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Ninguna ballena es una isla

Foto: Angélica Escoto
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Por Angélica Escoto

‘Ninguna ballena es una isla’ es un proyecto que lleva 20 años realizándose y es una novela visual que consta de varios capítulos. Este es solo un fragmento del texto y de todo el trabajo visual que la artista ha realizado durante ese periodo de tiempo.

El azar siempre está conmigo. Mi secreto es coleccionar pacientemente las imágenes que me encuentro en cada viaje, las imágenes que persigo al regresar una y otra vez al mismo lugar, las imágenes que invento usando mi cuerpo y apropiándome de él para hacer un compendio de criaturas en situaciones punzantes, absurdas, fantásticas y de humor. No hay más. El bestiario tiene una salvaje entropía, un ruido interior que repite conceptos, formas, deseos y miedos que surgen de otras posibles realidades, aunque al final, como  toda clasificación, tal vez estaría marcada por el error, la ausencia y la otredad.

Desarrollé los proyectos específicamente en la cintura de la península de Baja California, donde existe por el lado del Pacífico, una isla de arena que cambia de forma y de tamaño en sólo 24 horas y por el Golfo de California, un impresionante archipiélago que tiene una isla que es un volcán extinto y que para escalarlo tuve que atravesar en kayak y nadando un canal de ballenas.

Foto: Angélica Escoto

¿De qué está hecho aquello que no podemos clasificar, aquello a lo cual nuestra precaria taxonomía del universo no consigue llegar? Ballena beluga, ballena yubarta, ballena azul, ballena austral, ballena cachalote, ballena gris, ballena gris, ballena gris, gris, gris, gris. Debí haber iniciado el bestiario con la palabra arpón, o con el canto de la ballena, o con la ballena y el viaje, o la ballena y el llanto que no es canto sino llanto, eso creo y es más lo sé, por que fui hija de una horca. No es fácil vivir con una orca.

Las ballenas son los animales más grandes del planeta, lo que significa que matarlas no es una tarea fácil. Las ballenas son perseguidas hasta agotarlas antes de ser arponeadas. Son heridas y arrastradas a los buques balleneros, donde se les puede clavar más arpones, dispararles con rifles de alto poder y electrocutarlas con lanzas diseñadas para ese fin. Sin embargo algunos arpones explosivos a menudo no son fatales y por eso, las ballenas, son atadas con sus orificios nasales cubiertos hasta que se ahogan. Debido a que ellas son capaces de disminuir su frecuencia respiratoria y cardíaca, cuando quedan inconscientes probablemente aún sienten un dolor extremo.

Foto: Angélica Escoto

El Dr. Little, médico de un barco en una expedición ballenera en la Antártica en 1946 describió lo que vio: “Si somos capaces de imaginar a un caballo que tenga dos o tres lanzas explosivas clavadas en su estómago y esté tratando de tirar de un carruaje de carnicero por las calles de Londres, mientras se le derrama la sangre en la cuneta, tendremos una idea del actual método de matanza que se usa contra las ballenas. Los mismos artilleros admiten que si las ballenas pudieran gritar, la industria dejaría de hacerlo, porque nadie sería capaz de soportarlo.”

Tenia razón Borges al señalar que «El símbolo de la ballena es menos apto para sugerir que el cosmos es malvado en su vastedad, su inhumanidad, su bestial y enigmática estupidez (…) el universo de Moby Dick es un cosmos (un caos) no sólo perceptiblemente maligno, como el que intuyeron los gnósticos, sino también irracional».

Foto: Angélica Escoto

“Ningún un hombre es una isla entera de si mismo ya que cada hombre es un pedazo del continente”. Poema del escritor inglés Jonh Donne de quien tomé el título cambiando la palabra hombre por ballena, para acentuar a las ballenas no en un sentido geográfico sino semántico: La Tierra, la vida, la esponja, la medusa, la isla, la mujer. Presentar esta “catalogación” de las series no quiere decir que he cerrado el bestiario y cómo hacerlo si hoy ha surgido un gran acertijo y con ellas más imágenes por inventar, construir y buscar:

La península de Baja California, tiene una longitud 1247 kilómetros; si la recorro hasta la mitad cuatro veces por año desde el 2002 y sumando tres años atrás que atravesamos completamente seis veces la casi isla, me pregunto con estos datos ¿cuántos kilómetros hemos recorrido mi familia y yo durante estos 20 años?  Podría hacer esa suma ociosa para ver si el azar me lleva a tener alguna relación con los 16 mil kilómetros que recorre cada año de ida y vuelta la Ballena Gris, desde el Mar de Bering hasta la Laguna de Ojo de liebre, en Guerrero Negro. Si me faltan kilómetros, puedo sumar con ego de ballena la distancia que he nadado ininterrumpidamente durante diez años en alberca y diez años en el mar, más o menos dos kilómetros por día cinco veces a la semana…

Foto: Angélica Escoto

He leído todo lo que encuentro sobre ballenas: Que en su fémur está la prueba que primero vivió en la tierra y luego regresó al mar, que su lengua pesa más de 500 toneladas, que el oído es su órgano sensorial más desarrollado, que sus ojos no le sirven de mucho, que más de 1, 500 litros de semen eyaculan al procrear, que la sal las hace más ágiles, por eso emigran a la península de Baja California, que las madres defienden a sus crías con tal agresividad que pueden voltear una embarcación. Que lloran y abrazan a sus muertos, que las ballenas yubartas son bien conocidas por su canto. Que filtran el agua por sus riñones adaptados para eso. Que ayunan mientras emigran, porque el krill es más abundante en el Polo Norte. Que es el animal más grande que ha existido en la tierra, incluso más que los dinosaurios. Que son el ejemplo de la evolución determinista y que para aparearse ocupan de otro macho joven para realizar el acto. Que sus barbas son de queratina, el material del que están conformado el pelo, las uñas. Que el tótem ballena, es símbolo de fuerza, creatividad y constancia. Que llegan a vivir 70 años, que tienen crías cada tres años, que su embarazo es el más largo que tenga cualquier animal. Que el sentido del tacto, olfato y gusto no han sido estudiados, que los ojos de una ballena están constantemente bañados en agua, por que no tienen conductos lagrimales, pero sí glándulas en la córnea exterior y párpados que secretan una sustancia aceitosa, que lubrica y limpia los ojos. Que no pueden dormir por mucho tiempo, debido a que tiene que recordar regresar a la superficie para tomar aire, cada 15 minutos. Que sus gases las pueden hacer explotar y sus restos alcanzan una altura de 16 metros. Que nacen con la aleta por delante. Que han estado a punto de ser exterminadas. Que en el siglo XX, el hombre dio caza a casi 2 millones de ballenas. Que ahora mismo Kristjan Loftsson, multimillonario y presidente ejecutivo de Hvalur, tiene dos barcos balleneros que datan de 1950, y obtuvo un permiso de las autoridades islandesas para cazar 184 ballenas de aleta, que se encuentran en peligro de extinción y que esa carne se exportará a Japón para consumo humano, y la otra mitad para comida de perros.

Foto: Angélica Escoto
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