Organismos internacionales y organizaciones que atienden la migración en fronteras como Tijuana estiman que en los últimos 10 años, más de 350 mil personas han sido desplazadas de sus territorios en México, principalmente de estados del sur del país.
En el Día Mundial del Refugiado, Rafael Alonso Hernández, coordinador del doctorado en Migración del Colegio de la Frontera Norte (El Colef), refirió que, si bien no hay una información oficial, este estimado sobre el desplazamiento forzado interno adquiere un crecimiento anual de 15 mil personas aproximadamente.
“Cada vez son más las personas que salen de sus entidades que llegan a la frontera norte huyendo de condiciones que prevalecen en sus contextos las cuales son asociadas con la creciente violencia y ello representa retos en atención acompañamiento en ciudades como Tijuana”, dijo.
Resaltó que, al no compartir características con otros flujos migratorios, uno de los principales retos tiene que ver con el proporcionarles garantías humanitarias que les permitan acceder a ciertas condiciones de vida como la inserción laboral y la atención psicológica.
Otro de los retos que es aún mayor, dijo, es revertir las condiciones que forzaron la migración de esta población para que en dado momento puedan regresar a sus lugares de origen con seguridad, lo cual “no va a suceder hasta que cambien las condiciones de la exclusión”.
