Cientos de jornaleros de diversos estados de México comenzaron a arribar a Tijuana para cruzar la frontera e ir a trabajar esta temporada de pizca en los campos agrícolas de California, Estados Unidos.
Las personas son procedentes de estados como Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, quienes continúan con una actividad que se ha vuelto una tradición, y que tiene sus antecedentes en lo que fue el “Programa Bracero”.
Víctor Clark Alfaro, antropólogo y profesor en la Universidad Estatal en San Diego, dijo que cada temporada los jornaleros se dirigen a la recolección de frutas y verduras gracias a un acuerdo entre México y EEUU, que otorga visas de trabajo temporales.
Juan Alcázar Barragán, originario de Michoacán, compartió que lleva ocho temporadas trabajando en la pizca, principalmente por allegarse de sustento para su familia, pero también como tradición familiar, pues uno de sus abuelos fue parte de ese programa de los “braceros”.
Explicó que previo a la temporada, las reclutadoras llegan a sus comunidades ofreciendo el trabajo y hay que pasar por un proceso en el que tienen que cumplir requisitos como “no haber estado de forma ilegal en aquel lado (EEUU), no tener antecedentes penales y ser gente de trabajo”.
Los jornaleros van por periodos de seis a ocho meses y esta ocasión se dirigen a King City para recolectar cebolla y lechuga.
Clark Alfaro destacó que este programa “sería una solución para reducir la migración indocumentada hacia Estados Unidos”, sin embargo, lamentó que “en medio hay intereses de carácter económico y político que impiden que se amplíen las visas”.
Reiteró que “si bien, no sería una solución total, sí parcial, porque la mano de obra se movería como sucede con esa visa, de acuerdo con la demanda del mercado laboral, que es el que marca las reglas. Me parece que es un buen principio, pero la visa debe ampliarse mucho más”.
