Son cientos los migrantes, entre ellos familias completas y varios niños de diversas nacionalidades, los que desde el fin de semana pasado se han estado congregando entre los muros en la frontera entre Estados Unidos y la ciudad mexicana de Tijuana, a la espera de que culmine el Título 42 y poder acceder al asilo humanitario.
El campamento ha ido creciendo de forma considerable integrando personas procedentes de Colombia, Venezuela, Perú, Haití, Honduras, Turquía, Bosnia y de diversos estados mexicanos como Michoacán y Guerrero, de donde siguen saliendo personas desplazadas por la violencia.
Una migrante originaria de Colombia, quien omitió su nombre por motivos de seguridad, contó a EFE que llegó con su esposo a este campamento el lunes pasado, después de haber volado de su país natal hasta la Ciudad de México y de ahí haberse desplazado a Tijuana, debido a que tenía la idea de que por este lado de la frontera podría obtener asilo humanitario.
SEPARACIÓN FAMILIAR
La migrante compartió que ha sido complicado por el clima frío que se percibe aún en la zona, pero en cuestión de comida ha sido normal, sin embargo, resaltó que “lo más triste ha sido la separación familiar”.
Detalló que la noche del mismo lunes fue separada de su esposo ya que agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos separó a todos los hombres solteros y con pareja para llevarlos a otro espacio, dejando solamente a la mujeres, familias y madres solteras en ese lugar.
La mujer explicó que no sabe los motivos del por qué los separaron, explicando que “solamente se los llevaron, pero se están devolviendo porque no tienen comida, no tienen agua y pues obviamente uno se está entregando, pero deberían dejarnos como grupos en familia”.
Condenó que los estén separando de esa manera porque, como en su caso, viajaron juntos con su esposo y cree que los deben dejar juntos, y “en caso de que nos vayan a devolver pues que lo hagan a los dos”, ya que recalcó que también se han llevado menores de edad separándolos de sus familias.
ESPERAN PROCESOS MEDIANTE PAROLE HUMANITARIO
Las familias de migrantes que se encontraban este día en el campamento fueron registradas por agentes de la Patrulla Fronteriza mediante unas pulseras de identificación, con las que serían identificadas para ser procesadas antes del día 11 de mayo todavía con el Título 42, bajo la excepción de un parole humanitario.
“No nos dijeron nada (si sería algo seguro), pero pues la intención es que nos procesen con el Título 42 por un parole humanitario y no con el Título 8, que será muy diferente”, dijo, aunque admitió no tener la certeza de que realmente les vayan a procesar de esa manera.
También compartió que previamente intentó realizar la solicitud de asilo mediante la aplicación CBP One pero no tuvo fortuna porque estaba fallando mucho, además que la señal de Internet no es buena ahí en el campamento; “hay personas que llevan un mes intentando y no han logrado la cita”.
CANSADOS Y ABRUMADOS
Otros migrantes consultados por EFE que no quisieron ser identificados ni tomados por las cámaras, señalaron estar abrumados y cansados de toda la situación, pues no tienen nada claro sobre lo que va a pasar con ellos, sobre todo las mujeres a las que les separaron sus esposos, hermanos y familiares en general.
Situación que se agrava con ellos debido a que este jueves se cumple ya la fecha para la culminación del Título 42 y no saben cómo les va a ir cuando se instaure el Título 8, al que consideran mucho más severo porque les levantarían expedientes de cruce ilegal.
La mujer migrante colombiana finalmente dijo que ojalá que las autoridades entiendan la situación por la que pasan y les puedan otorgar sus procesos de asilo, ya que muchos están solamente buscando nuevos proyectos de vida.
“Nuestros países están muy difíciles económicamente y queremos una vida mejor, esa es la meta de nosotros, nosotros no queremos llegar a hacer daño, no queremos hacerle daño a nadie, lo único que queremos es trabajar y poder sacar a nuestras familias adelante, es duro, pero tenemos que intentarlo”, puntualizó.
