No es novedad que uno de los temas en boga hoy en día en el mundo sea el de la Inteligencia Artificial, sobre todo por el boom especulativo que se ha generado en torno a ello, sobre todo sobre su uso o aplicación y los beneficios o inconvenientes que puede generar.
Bajo ese esquema, la IA representa un gran reto en áreas como la académica, principalmente en las universidades, puesto que la discusión actual se centra en cómo y de qué manera poder utilizarla dentro de sus sistemas educativos y el propio alumnado.
En entrevista con Infobaja, Karla Ruíz, especialista en Tecnología Educativa y docente en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), compartió que, para ello, primero se tiene que poner en contexto la accesibilidad que tiene el alumnado a al Internet y los dispositivos electrónicos, para pensar en un uso generalizado en las aulas.
Además de ello, enfatizó en que no en todas las áreas se puede aplicar de la misma manera, puesto que en unas es más factible porque no requiere más que su uso adecuado, mientras que en otras es necesario un planteamiento ético y un procesamiento crítico.
“El 30% del alumnado que tiene acceso al Internet y dispositivos móviles son los que pueden estarla aprovechando en las áreas de las ingenierías y de la salud, pero no sucede lo mismo, por ejemplo, en las áreas de humanidades y ciencias sociales, sobre todo por temas de ética, o porque no conocen o manejan correctamente la tecnología digital”, dijo.
Argumentó que, aunque la IA era algo que ya se venía utilizando, nadie se esperaba la aparición de los Grandes Modelos de Lenguaje (LLM, por sus siglas en inglés), como Chat GPT, que es una herramienta para procesar textos, por ende, la discusión actual se está centrando en la generación de estos códigos y lineamientos éticos para su uso adecuado.
“Eso ha estado haciendo la UABC últimamente, tratando de alinearse a un tema de valores y de ética sobre su uso, porque al final Chat GPT y las inteligencias artificiales generativas siguen siendo una herramienta más en el uso cotidiano y se vuelve en la típica metáfora de cómo utilizar un cuchillo, lo cual dependerá del ser humano”, resaltó.
Conocer la herramienta y sacarle lo positivo
En cuanto al reto que presenta el sistema educativo, la docente refirió que eso va a depender, por ejemplo, de cada una de las propias universidades, “porque a veces podemos generalizar en cuestión de ambientes universitarios en México y me parece que no es así, habría que repensar en cada uno de los espacios y los contextos cómo se está utilizando”.
“Va a depender de en dónde se hable, de lo que se diga, porque podemos decir que realmente no somos ciudadanos digitales, no nos acercamos a ese concepto, no somos muy ávidos en el uso de la tecnología todavía, más allá del uso de redes sociales.
“El uso de las LLM como Chat GPT tienen mucho que ver con el pensamiento crítico, con cómo lo utilizamos, qué es lo que le pedimos e incluso hay muchos estudiantes como docentes de licenciatura que no le encuentran tanto uso hasta que se empieza a hablar de creatividad”, manifestó.
Cetys Universidad es una de las instituciones en Baja California que también está contemplando ya su uso en su sistema académico, al respecto el rector de esta institución, Fernando León García, compartió que “lo que causó una revolución en el 2023 no fue que un robot tomó el lugar de algún maestro, sino que Chat GPT se expandió en su uso”.
“La parte negativa que le ve la sociedad en general es que eso va a mermar la capacidad de discernir, procesar, concluir y desarrollar la capacidad para escribir del alumnado”, agregó, considerando que a final de cuentas lo que se debe tomar en cuenta es que, la IA es una herramienta, de la cual “se deben ver las limitaciones que tiene y en el marco de esas limitaciones incorporarlo como parte del proceso de enseñanza”.
León García coincidió en que, uno de los aspectos importantes a tomar en cuenta es la ética para el uso correcto de esta herramienta, pues a final de cuentas en el área de la escritura se puede generar un texto, pero ese texto no termina siendo una obra creativa de quien le pide a la herramienta generarla.
“Uno genera un texto con Chat GPT y dice es mío, pero no, no es tuyo, y eso nos lleva a una parte que algunas universidades están trabajando, que creo yo es uno de los aspectos iniciales que hay que ver como lo es la ética en el uso de la Inteligencia Artificial, porque no es malo usarlo, pero hay que saber que tiene sus limitaciones”, expresó.
Ambos académicos coincidieron también en que no se trata de rechazar la herramienta completamente, sino ver lo positivo que puede salir de ella, ir reconociendo las limitaciones y actuar en consecuencia, porque a final de cuentas, la IA no va a sustituir al ser humano, sino que simplemente va a cambiar algunas formas de procesar ciertas cosas.
Ante ello, Ruíz concluyó que “es cuestión de informarnos, utilizarlo, ver qué pasa y cómo se puede aplicar para el bien y para generar información, contenido e ideas para mejorar el espacio donde vivimos; darnos soluciones, por ejemplo, a problemas como el cambio climático, la violencia en general y en todas sus formas y las universidades tienen que modificarse bastante para poder seguir el ritmo al que va avanzando todo esto”.
