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ONG’s pro-migrantes interponen demanda contra EEUU por rechazo de solicitantes de asilo

Imagen: Al Otro Lado
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Las organizaciones de defensa de los migrantes, Al Otro Lado y Haitian Bridge Alliance y un grupo de solicitantes de asilo, presentaron el pasado jueves 27 de julio una demanda colectiva ante un tribunal federal, contra “la política ilegal del gobierno de Joe Biden de rechazar a las personas que solicitan asilo en los puertos de entrada de la frontera sur de Estados Unidos”.

Mediante un comunicado, señalaron que “La demanda impugna la política y la práctica generalizada de la administración actual, de exigir una cita previa a través de la aplicación para teléfonos inteligentes CBP One del gobierno federal, para presentarse en un puerto de entrada y solicitar asilo”.

Las organizaciones y los solicitantes de asilo están representados por el Center for Gender & Refugee Studies, el American Immigration Council y el Center for Constitutional Rights, junto con Mayer Brown LLP y otros.

Las organizaciones señalan que “en virtud de la nueva política de devolución del gobierno federal, las personas que no pueden conseguir una cita con CBP One son rechazadas ilegalmente y se les niega la oportunidad de acceder al proceso de asilo de EE.UU. por completo, dejándolas varadas en campamentos y albergues en ciudades fronterizas mexicanas que son tan violentas que el propio Departamento de Estado limita los viajes de sus empleados en estas regiones”.

El documento detalla:

El 12 de mayo de 2023, la administración Biden promulgó una norma que establecía una prohibición general de asilo en la frontera entre EE.UU. y México. Una de las pocas maneras en que los solicitantes de asilo pueden evitar la prohibición es mediante la programación de una cita CBP One en un puerto de entrada para solicitar asilo.

En la práctica, CBP One es ahora el único medio para solicitar asilo en la frontera sur de Estados Unidos. Aunque la norma ha sido recientemente declarada ilegal, sigue en vigor mientras el caso sigue su curso en los tribunales.

El gobierno federal no ha dado ninguna indicación de que vaya a cambiar su política de devolver a los solicitantes de asilo que no tienen una cita CBP One, independientemente de si la norma sigue en vigor o no.

Esta demanda sostiene que la política del gobierno de devolver a los solicitantes de asilo que no tienen una cita CBP One viola la ley de EE.UU., la propia orientación del gobierno, los derechos de los solicitantes de asilo al debido proceso, y las obligaciones de Estados Unidos en virtud del derecho internacional, que prohíbe al gobierno devolver a los refugiados a países donde se enfrentan a la persecución o la tortura.

La demanda denuncia que, desde su creación, la aplicación CBP One ha sido inaccesible para las personas más vulnerables y marginadas que buscan seguridad en la frontera entre Estados Unidos y México. Sólo aquellos que dominan uno de los pocos idiomas que admite la aplicación y disponen de un teléfono inteligente relativamente nuevo, una conexión a Internet fiable y electricidad son capaces de navegar con éxito por la aplicación. Incluso en las mejores circunstancias, la aplicación CBP One es notoriamente defectuosa, y su discriminatoria tecnología de reconocimiento facial ha

impedido a muchos inmigrantes negros y de piel más oscura obtener una cita. Algunos solicitantes de asilo han pasado meses tratando desesperadamente de conseguir una esquiva cita con CBP One, que solo puede programarse mientras el usuario está físicamente presente en zonas de México conocidas por sus altos niveles de violencia contra los migrantes.

La demanda documenta numerosos casos en los que solicitantes de asilo incapaces de obtener una cita con el CBP One pidieron asilo en un puerto de entrada, sólo para ser rechazados por los agentes fronterizos.

Entre los demandantes hay padres de niños pequeños que ahora languidecen en albergues, temerosos incluso de aventurarse a salir, dados los peligros que aguardan a los migrantes en las ciudades fronterizas mexicanas.

Varios de los demandantes son ciudadanos mexicanos que se han quedado varados en el mismo país del que intentan huir desesperadamente. Mientras esperan a que funcione la aplicación CBP One y se materialice una cita, temen por sus vidas.

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