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Cinco mujeres de Tijuana opinan y le mandan mensajes puntuales a la primera presidenta de México

Fotos: Cortesía
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Después de 200 años, México tendrá por primera vez a una mujer presidenta con Claudia Sheinbaum, un hecho que para los registros oficiales quedará marcado como algo histórico, además por ser la presidenta más votada, y significativo para el imaginario social.

Sin embargo, la presidenta electa se enfrentará a una realidad contundente y con retos muy grandes, pues hereda un país profundamente machista y violento, donde cada día en promedio 10 mujeres son asesinadas.

Para discurrir sobre ello, en Nómadas buscamos a cinco mujeres en Tijuana, destacadas por su trabajo en diversos sectores y áreas significativas, a quienes les pedimos nos compartieran dos cosas: qué les significa el hecho de que se haya elegido por primera vez a una mujer como presidenta y, qué petición, desde su campo laboral, o mensaje le harían.

Estas fueron las respuestas tal cual como nos las compartieron:

Soraya Vázquez.

Soraya Vázquez, subdirectora de la organización Al Otro Lado

Me siento muy afortunada de que me haya tocado vivir este proceso histórico, en el que por primera vez tenemos en México a una mujer presidenta, una mujer que me parece brillante e inteligente, que tiene sensibilidad porque ella viene de una lucha social, pero también tiene su perfil académico y científico que me parece que es muy bueno para el análisis de los problemas y la búsqueda de soluciones.

Yo le pediría a ella que, justamente con esa mirada científica, pueda abordar y repensar todo el tema de la política migratoria en México y que lo pudiera hacer justamente poniéndose unos lentes de perspectiva de género, porque hasta la fecha no hay y no existe una política migratoria que atienda las necesidades específicas de las mujeres, entonces eso sería algo que agradecería que ella hiciera.

Creo que ella va a ser una muy buena gobernante, a mí ella me da confianza, creo que la forma en la que ella ha ejercido ya el poder es como una muestra de alguien con bastante capacidad, muy organizada y que puede de buena manera conducir el rumbo de este país.

Angélica Ramírez.

Angélica Ramírez, fundadora de la organización Una Nación Buscando T

Espero de la nueva presidenta electa una sensibilización, más que nada, espero que como mujer tenga un poco más de empatía en el tema de desaparición y búsquedas como rastreadoras. Hemos trabajado muy de la mano con la gobernadora Marina del Pilar, se ha sensibilizado en el tema, y eso es lo que también espero que pase con la presidenta electa Claudia, que este factor de ser mujer, el factor de tener mucha similitud como madre, hija, esposa pues nos de un punto a favor para operar o mínimo detener un poco las desapariciones, tener un poco más de empatía en el tema de derechos en el ámbito de las desapariciones directas e indirectas.

Espero también que tengamos más el apoyo para búsquedas, rastreos y una muy buena prevención en el tema de desaparición, esperemos también que Claudia tenga la sensibilidad de darnos una audiencia antes de que tome posicionamiento como la nueva presidenta de la República, ya que, como sabemos, una vez que asuma gestión va a ser más complicado poder tener esta conversación con ella.

Eso es lo que esperamos todos los colectivos, todas las familias, todos los defensores y acompañantes de personas que andan buscando a sus familiares.

Estephania Báez.

Estephania Báez, periodista y escritora

Independientemente del partido, me emociona ser testigo de la historia, desafiar mi capacidad de asombro, recordar a esa niña que ni siquiera relacionaba a una mujer con un puesto de poder y mucho menos en una silla presidencial. Como mamá de una niña, me conmueve saber que cuando tenga uso de razón sabrá que la líder del país donde vive es mujer, dirá “presidenta” y normalizará aspirar a puestos que para generaciones como la mía eran solo sueños e inclusive motivo de broma. Para ella y su generación, los “no” que yo tuve serán inexistentes, se enfrentará a nuevas negativas, pero tendrá más herramientas para enfrentarlas.

Espero muchas cosas, desde despedir a un país machista, mejores oportunidades en todos los sentidos, protección en un país donde como mujer se camina con miedo y muchas cosas más. Pero ahora no hablo de las expectativas, hablo del impacto. No me gusta discutir de política y no soy abanderada de ningún partido, he intentado votar por el candidato que simpatice con mis creencias, pero en esta ocasión va más allá de todo eso, solo me refiero al cambio de perspectiva que esto tendrá en mí, en las mujeres en general, es histórico.

Andrea Rincón.

Andrea Rincón, fundadora de la organización Border Youth Collective

El 2 de junio vivimos un momento histórico y seguramente, coyuntural. Y digo coyuntura porque con mucha certeza estoy segura de que habrá un antes y un después en estas elecciones. Como una joven que vive en la frontera, he presenciado la llegada de las mujeres al poder de lo micro a lo macro. Las tres del mismo partido político. Tenemos a una alcaldesa, una gobernadora y ahora a una presidenta.

Una mujer gobernara México, pero por alguna razón no termino de llenarme de regocijo. Las mujeres a mi alrededor, académicas, profesionistas, feministas, engrandecen el logro, hablan del quiebre del techo de cristal, de la apertura de camino para “las que vienen” y de pronto ese discurso tan redigerido me da nauseas. ¿debería sentirme representada? No sé, pero no me siento así. No puedo sentirme representada por quien siempre ha gozado del poder.

Yo no vengo de padres profesionistas, académicos, yo no vengo de la UNAM, yo no vengo de haber gozado puestos de poder político, ni de una plataforma social que se hizo para beneficiarme siempre. Las mujeres como yo, que venimos de los barrios, de las casitas de interés social, que comemos una vez al día porque no hay más, que tenemos trabajos precarios mientras estudiamos, que usamos el transporte público las 24 horas del día, que cuidamos a los enfermos, que buscamos a las desaparecidas, que defendemos a los migrantes, a las infancias y que hemos sido perseguidas por pandillas, no tenemos techo de cristal que romper, porque nos queda tan arriba, que una vida no nos alcanza.

Lo cierto es que las mujeres de las que hablan, que han abierto el camino para que esto suceda, han dado su fortaleza, su valor y hasta su vida. Una mujer que nunca ha tenido que luchar para sobrevivir, quizás no me represente, pero lo cierto es que, no puede hacerlo peor que un hombre. Independientemente de que, por ser la primera presidenta, este ante el ojo del huracán las 24hrs del día los siete días de la semana, yo me ahorraría el desgaste de defenderla y me enfocaría en tres puntos:

1ro: Exigir y juzgar su trabajo como funcionaria pública. La esperanza de un mejor país no me la da una sola mujer, me la da mi comunidad, y apelando a ello, el peso moral y político recae en todas las personas, no solo en esta administración venidera,

2do: Apelar a que las causas vayan al frente y las personas al centro. Yo pienso que el sueño de cualquier persona defensora, activista como yo, es que algún día nuestra lucha deje de ser necesaria. Pero para que eso suceda, tenemos que estar en la agenda política. Presidenta, por favor, ponga sobre la mesa a las infancias migrantes, a las juventudes diversas, a las juventudes del norte.

3ro: No a la militarización de las fronteras, no a la militarización del Instituto Nacional de Migración (INM). SÍ a las políticas migratorias humanitarias, SÍ a los protocolos de atención internacional, SÍ a la protección del interés superior de la niñez. SÍ a recuperar el tejido social de las comunidades del sur que están siendo forzadamente desplazadas.

Señora presidenta, no queremos ver más el poder del estado sobre nuestros cuerpos, no queremos más la securitización de nuestra libertad. No queremos más ver campamentos de migrantes desmantelados con lujo de violencia, no queremos ver más hermanos y hermanas migrantes muertas en el camino.

Marisol Montaño.

Marisol Montaño, presidenta de la asociación civil Hagamos Conciencia

Independientemente a las distintas formas de pensar, en lo que se refiere a la política, es importante resaltar dos cosa de estas elecciones: la primera, es que vivimos las elecciones más grandes de la historia, y la segunda, hablando de historia, es que después de 200 años México tendrá una mujer presidenta, eso sin duda es significativo, sobre todo cuando estamos en una era de empoderamiento femenino, en donde los estereotipos se están rompiendo y el mensaje es claro: las mujeres también pueden hacer política y también pueden ser parte del cambio con la toma de decisiones tan importantes para toda una nación.

Desde el lado ambientalista, que es el que a mí me corresponde, analizamos las propuestas de la ahora presidenta electa y las veo bastante interesantes, aquí hay que dejar claro que es importante que como sociedad también debemos poner de nuestro lado y es hora de que, después de emitir nuestros votos, nos toca ahora participar, así como exigir a la próxima presidenta la atención puntual en sus compromisos de campaña.

Hay retos que se deben afrontar, no será sencillo, México presenta un problema acelerado en la sequía de gran parte de su territorio; la lucha por las energías renovables y la destrucción del hábitat natural de varias especies por parte de grandes empresas; la calidad del aire, el control de los residuos, son algunos de los problemas a los que consideramos se les deberá dar puntual atención.

Estoy muy feliz de que en estas elecciones se haya tomado la decisión de darle la oportunidad a una mujer, una mujer preparada, esperamos con toda la dicha que este sea un cambio significativo y provechoso para la sociedad, sobre todo para el tema de medio ambiente, ya que ella está preparada en esta área.

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