Psicodelia, electrónica y resistencia: 20 años de Perú Avantgarde
Empecemos con lo obvio: el tumultuoso panorama social de Perú ha fungido como catalizador para la gestación de distintos movimientos musicales que por mucho tiempo pasaron desapercibidos. Del folklore psicodélico hasta el shoegaze/post-rock, garage rock a música experimental, o pasando incluso por el noisecore, este país ha tenido sus movimientos sucediendo en paralelo a esas latitudes de donde estamos acostumbrados a escuchar que la historia se desenvuelve, aunque de manera un tanto insular.
Afortunadamente, ha habido varios esfuerzos por “poner a Perú en el mapa”, y de los más importantes debemos destacar a Buh Records y Superspace Records, liderados por Luis Alvarado y Wilder Gonzalez Agreda respectivamente.
Ambos han dedicado gran parte de su vida y carrera a la difusión a través de sus sellos discográficos, pero también por medio del periodismo e investigación, y en esta ocasión, nos enfocaremos en la labor de Wilder y su reconocido blog, Perú Avantgarde, el cual cumple 20 años desde su primer post, y como testimonio de su importancia, la casa editorial Heraldos Editores lanzará el libro Perú Avantgarde: El Despertar de la Vanguardia Musical, que compilará no solo las entradas del blog, sino que también incluirá las publicaciones que Wilder ha hecho para otros medios, las cuales datan desde el 95.
Oriundo de Los Olivos -área provinciana al norte de Lima, Perú- Wilder se ha dado la labor de registrar y difundir la contracultura de su país, siempre enfocándose en esa vanguardia que no se genera dentro de las paredes de un instituto académico, sino aquella que se da al margen, lejos de la gentrificación capitalina y que por ende tendía a ser vista como simple jugueteo adolescente.
El autor ha estado presente en varias instancias del desarrollo de la escena underground peruana, con un rol bastante activo dentro de esta, pues hablamos de una figura clave en el frente post-rock/industrial/experimental de los 90s, habiendo formado parte del esencial colectivo Crisálida Sónica con proyectos como Fractal, Katarsis/Hipnoascención, Avalonia y que desde entonces sigue activo, con varias producciones en su acervo.
Sin embargo, la curiosidad de Wilder no se limitaba solamente a lo que sucedía en su país, sino que siempre estuvo al tanto de aquello que pasaba en el mundo, lo cual en una era pre-todo (internet, streaming, YouTube, etc…) suponía una ardua labor de investigación y de riesgo al comprar un disco o un cassette sin tener idea de qué saldría de las bocinas. Esto lo llevó a ser, con mucha seguridad, la primer persona en su país en dedicarle una columna a bandas como Slowdive y My Bloody Valentine durante su apogeo en tiempo real (cuando no tenían el nivel de apreciación de hoy en día), así como también a entrevistar a maestros de la experimentación sonora como Zibgniew Karkowsi y autores como David Stubbs y Simon Reynolds.
Con tremenda trayectoria, este libro -adornado en su portada con una imagen del destacadísimo Cocó Silvania (QEPD)– promete ser un recorrido bastante detallado por varias instancias de la vanguardia peruana, en el que el característico ojo crítico del autor, a quien no le tiembla la mano al momento de señalar la naturaleza frívola, superficial, y redundante de proyectos que sólo se cuelgan de modas y que se encargan de denigrar movimientos marginales al ponerlos en contextos institucionales o académicos para darles “valor”.
Wilder, desde su papel de comunicador y no-músico, habla desde la resistencia y desde la búsqueda de autenticidad e integridad. Si lo que eso representa para el autor se alinea con lo que representa para el lector, sería un valor agregado; pero si eres de aquellas personas que creen que todo debe ser amable todo el tiempo, y la crítica constante te parece cansada, podrás encontrarle valor en forma de una excelente clase de historia de uno de los países que nos ha dejado bastante musicalmente.