‘Tijuana Sin Hambre Kids’ involucra a niñas y niños en labores sociales con migrantes
Involucrar a los niños y los adolescentes en la filantropía y que conozcan que hay un mundo mayor afuera de casa al que pueden aportar para hacerlo mejor, son parte de los objetivos que tiene el proyecto de Tijuana Sin Hambre Kids, el cual forma parte de la organización fundada por Marú Riqué.
En entrevista, la directora de Tijuana Sin Hambre, una organización dedicada a ofrecer comida gratuita a más de 18 albergues en la ciudad, compartió que este es un proyecto que surgió a la par de la fundación hace cuatro años y se trata de un programa para niños desde los cinco años en adelante para que, a través de la filantropía, “puedan valorar y hacer de su día a día la acción del dar y compartir”.
“Queremos que la filantropía sea parte de su vida desde niños, porque a veces no se nos enseña eso y conforme vamos creciendo nos vamos enfrentando a cosas y es donde vamos aprendiendo, pero si los enseñamos desde chiquitos vamos a poder lograr un mundo mejor”, dijo.
Riqué refirió que las actividades que realizan con ellos son cada sábado y generalmente los niños pequeños participan en la limpieza de verduras, acomodar la alacena y demás, actividades que de acuerdo con su edad puedan realizar dentro de la organización.
“También los llevamos a los albergues en donde los niños conviven con otros niños migrantes, se ponen a pintar, armar rompecabezas y pasar un rato agradable con ellos, para que también valoren desde la perspectiva de lo que los niños migrantes pasan y aprendan de ellos”, señaló.
Sobre esta actividad en particular, resaltó que “esa convivencia es fabulosa porque no es lo mismo que los niños migrantes de los albergues convivan con otros niños de sus edades y realicen esas actividades, a que lleguemos como adultos y nos pongamos a jugar con ellos”.
La fundadora de la organización complementó que este programa de Tijuana Sin Hambre Kids “es un ganar-ganar” tanto para los niños de los albergues, los niños que participan en el proyecto y también ellos como padres de familia, ya que “queremos que aprendan que hay un mundo afuera, aparte del que ellos viven”.
“Es un programa muy bonito y recompensante porque es instantáneo; los niños van y aprenden de sus historias, a veces no pueden creer que tengan que atravesar países y que estén huyendo de la violencia, que tengan que llegar aquí y sepan que podemos resolverles un poco de sus vidas con un plato de comida caliente”, destacó.
Maru Riqué señaló que los niños que participan en este proyecto generalmente “se van muy inspirados” y, como ejemplo de ello, compartió que tan solo hace unos días hicieron una colecta de juguetes y otros que son de una prepa hicieron un convenio con una panadería de San Diego para poder rescatar el pan que ya no se puede vender y así donarlo.
Sobre los niños que puedan estar interesados, especificó que todos pueden ser parte de Tijuana Sin Hambre Kids y que lo ideal es que vayan con sus mamás o papás, ya que no dejan a los niños solos, sino que siempre tienen ese acompañamiento y solo se requiere que se pongan en contacto con la organización.
Riqué resaltó la importancia de que los niños se involucren en este tipo de actividades, argumentando que “es crucial, porque si nosotros como padres de familia enseñamos a nuestros hijos sobre el poder que tienen la gratitud y la bondad, creo que vamos a generar un futuro más brillante y con ello cumpliremos bien nuestra misión”.