En marzo del 2022, un ente potosino lanzó uno de los singles que repetí y repetí a morir para amenizar una angustiante y desgastante mala racha de varios meses que me tenía sin poder disfrutar mucho de lo que escuchaba, pero ese hit fue un gancho instantáneo. Ese ente que, por nombre de civil, se hace llamar Ismael Huerta, pero que bajo el mote de Perfumes RobadoSS, es responsable de crear tracks concisos que igual los terminas bailando o pegado a la bocina absorbiendo su abrasivo lo-fi teniendo todo tipo de visiones que bien podrían ser portada de la revista ALARMA!
El track en cuestión, “Una Visión de un Cuerpo”, no fue lo primero que escuché de este proyecto, pues ya le seguía la pista desde su álbum Retiros de Envidia -lanzado en el 2021 vía su sello San Luis Mierda y Paranoia (SMYP)– y un split que lanzó con el dúo cachanilla Error Humano a finales de dicho año, pero sí me hizo revisitarlo con más atención y de ahí no fue difícil ceder a su gravedad.
Para quienes no estén al tanto, el sonido de Perfumes RobadoSS es austero e intenso, resultado de un setup que consiste de teclados, cajas de ritmo y sintetizadores, y un amor por el industrial, punk, pop sintético, la movida madrileña, y bastantes cosas que por más dispares que pudiesen parecer, tienen cierto aire transgresivo como lazo común. En una primera instancia, habrá quienes digan que suena “ochentero”, pero eso sería reducirlo a un insípido revival act que, sinceramente, no es; hay guiños a esa época por su austeridad y ciertos elementos, pero hay algo bastante actual y crudo en su entrega, performance, o como gusten llamarle.
Ese sonido se ha mantenido consistente, mas no repetitivo, desde sus inicios en el 2020, y su más reciente material, La Bondad del Mausoleo, no es la excepción. Grabado y producido por Jacinto García, cabecilla del proyecto unipersonal Rogelio The IIIRD e integrante de los celebrados Diles Que No Me Maten -banda que por más que lo intento no puedo pasar de un par de tracks- y lanzado en su sello, Come Algo, La Bondad del Mausoleo es, a pesar de ser descrito por el mismo autor como “un desvergue de cosas e ideas… pop hecho con las nalgas”, un álbum homogéneo que no podría venir de nadie más que de Ismael.
Lo del desvergue de ideas no es precisamente una exageración: en cada uno de sus tracks, La Bondad del Mausoleo presenta una cara distinta de Perfumes RobadoSS, sin que el autor haya escatimado en la profundidad con la que atacaría cada uno de los distintos estilos que maneja, siendo “Días de dormir en el suelo” y “Agitación” dos buenos ejemplos de esta expansión. La primera es una pieza estridente donde un clarinete y pulsiones de feedback nos roban la atención de un clip de una entrevista que se repite varias veces, como si buscase reposar su contundente mensaje en nuestros oídos, pero cuando el ajetreo termina, ya es muy tarde, pues la voz de fondo se disipa. Por su parte, “Agitación” comparte un poco de su estética con el SoundCloud rap, por su instrumental atmosférica y etérea, sobre la cual Ismael, no rapea, pero sí da una entrega que se acerca más al spoken word que a un canto.
Algo que se debe resaltar, es la personalidad de la voz por esa cualidad engañosa que posee. Aparentemente plana, realmente esconde una intensidad que se manifiesta más en las palabras y en las imágenes evocadas mas que en su entrega. Ismael se abstiene de caer en lo melodramático o manipulativo, y así como algunas películas son presentadas en blanco y negro para lograr que la audiencia se enfoque en los diálogos, la reserva en la voz de Perfumes RobadoSS pone en primer plano el poder de su poesía, y para un servidor, que a veces no puedo con el spoken word, esta entrega funciona de maravilla cuando incurre en pasajes parlocantados o completamente recitados.
En resumen, este es un disco hecho y derecho de Perfumes RobadoSS en el que canciones como “El Progreso” seguramente fungirán como de las favoritas por su invitación al movimiento, pero que al mismo tiempo presagia el nuevo rumbo que Ismael está por tomar en futuros lanzamientos. En conversación con el artista, menciona que lo que sigue será “más corrosivo y marginal… cero amor”, lo cual ya lo podemos percibir en la previamente mencionada “Días de dormir en el suelo” y, si nos vamos atrás en el catálogo, la excelente “Cavando Fosas” también podría calmar nuestras ansias en lo que Ismael se toma su tiempo para servirnos nuestra nueva dosis de veneno que sin duda nos hará convulsionar en éxtasis decadente.
