Vivir en una sociedad colmada de prejuicios ya es complicado para las personas de talla baja, pero hacerlo en una ciudad en donde las condiciones de infraestructura están hechas para las personas de talla promedio, es doblemente complicado y les hace la vida muy difícil.
Así lo hizo saber Paola Yazmín Hernández, presidenta del Grupo Gente Pequeña de Baja California, quien en entrevista refirió que, ante estas circunstancias, ellos se han empeñado en visibilizar y generar conciencia sobre su situación entre la población.
“Tenemos dificultades hasta para entrar al baño y lavarnos las manos en cualquier espacio público, para uno solo es imposible hacerlo, porque todo está hecho a la altura para las personas promedio, y son detallitos que pasan desapercibidos, pero el vivirlo para nosotros es algo muy difícil y retador”, dijo.
Iniciativa ante las adversidades
Hernández detalló que el grupo que ahora preside surgió en 2018 a iniciativa de Irene Sánchez y Jesús Botello, ante las adversidades y la cantidad de prejuicios que hay en torno a las personas de talla baja, ya que ellos son papás de una niña que tiene esta condición y que ahora tiene 8 años.
“Son personas de estatura promedio y cuando nace su hija se dan cuenta que tiene la condición acondroplásica, se interesan en buscar a papás con niños con esa condición para platicar e intercambiar dudas porque hay mucha incertidumbre, dudas y temores”, expresó.
Destacó que otra motivación fue que en Tijuana no había un grupo con estas intenciones, por lo que se dieron a la tarea comenzar a reunirse, para en la medida de lo posible comenzar a propiciar cambios ante todas las adversidades a las que se enfrentan.
Hernández resaltó que algunos de los conflictos en su día a día son, por ejemplo, en el área de salud, el hecho de que no existe un protocolo de atención especial para ellos en los hospitales, sobre todo en los públicos, como sí los hay con pacientes con diabetes.
“En el campo educativo ni se diga, todos hemos pasado por el bullying en las escuelas e incluso por situaciones de discriminación por los propios maestros, muchos de nosotros tenemos situaciones así y es muy complicado afrontarlo”, manifestó.
Agregó que eso “es algo que se sigue dando en la actualidad, por lo que es necesario que desde el hogar los padres de familia hablen con sus hijos, los hagan conscientes y los sensibilicen en cuanto a la diversidad de las personas, y que nuestros hijos sepan que no por ser de talla baja soy inferior o nos tienen qué discriminar”.
Vivir “a la sombra” por el bullying
La activista acusó que en la actualidad se siguen dando casos en los que todavía se minimiza la situación de que se burlen de un niño de talla baja, porque no se toma en cuenta “que muchas veces queda una marca emocional en las personas, lo cual es muy importante trabajarlo”.
Al respecto, Enrique Lozano, quien es co- presidente del grupo, señaló que parte importante de su labor es precisamente encontrar a esas personas “que han caído en depresión, que pierden su precio como personas debido a la sociedad que les genera bullying y rechazo”.
“Estas personas se mantienen en la oscuridad y muchas veces no sabemos de ellos. Nosotros queremos cambiar conciencias y ayudarles a ser revalorizadas, decirles que valen mucho, que no hay discapacidad, que todo lo pueden lograr, que ellos son lo máximo y que pueden alcanzar el cielo”, destacó.
Agregó que “vivimos en un mundo rodeado de personas de talla promedio y generalmente somos las únicas personas en nuestros círculos sociales y familiares, esto quiere decir que difícilmente se tierne contacto con otras personas de talla baja, por eso queremos encontrarlas y que se unan a nuestro grupo”.
Buscan ley de inclusión
Lozano también subrayó que, más allá de la visibilización y la conciencia que generan, también están buscando que se genere una ley especial de discapacidad en la que se estipulen “nuestras condiciones y se establezcan más derechos para personas como nosotros, que el Congreso entienda nuestras necesidades y derechos y hacerlos valer”.
Explicó que, en el 2018, se hizo una reforma a la Ley General de Inclusión de Personas con Discapacidad desde la federación, en la que finalmente se incluyó a las personas de talla baja como una discapacidad, sin embargo, hasta la fecha en el estado todavía no se reforma ello en la ley estatal.
Mientras tanto, reiteró que “hay que seguir trabajando este tema desde las escuelas, el área médica, lo social, lo laboral y todos los temas en donde estamos involucrados, para hacer ver esas barreras y dificultades que enfrentamos todos los días y que muchas personas, como no lo viven día a día, ni se lo imaginan lo complicado que es”.
