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Padre Murphy, un bastión y ferviente defensor de los migrantes en Tijuana

Foto: Joebeth Terríquez
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Servir y defender a la población migrante ante todas las adversidades que pasan y viven día a día cuando llegan a Tijuana, ha sido la vocación que ha mantenido latente el padre Patricio Murphy, director de la Casa del Migrante en Tijuana, a lo largo de su trayectoria.

En agosto pasado, el líder religioso cumplió 44 años de servicio sacerdotal, de los cuales ha pasado 11 años en Tijuana, en donde ha dejado un legado gracias a la labor que realiza, ser un ferviente defensor de sus derechos y alzar la voz cuando es necesario hacerlo.

En entrevista con Nómadas, el padre Murphy compartió que la clave de su labor ha sido la adaptación a las nuevas realidades que se viven con el fenómeno migratorio, derivadas de factores políticos, sociales y económicos que han dejado de atender los gobiernos.

“Cuando llegué en 2013 era muy diferente, éramos solamente cinco casas de migrantes atendiendo una población de la cual el 95% eran deportados. Hoy en día, cuando entras a la casa la primera cosa que se nota es que hay muchos niños, muchas familias, y no era la realidad cuando comenzamos”, resaltó.

Agregó que lo que se está viviendo ahora es que “está llegando gente de diversos países, la mayoría de ellos desplazados y refugiados, y la situación con la población de deportados se ha tornado muy triste, porque están deportando familias completas que nunca habíamos visto antes”.

“También vemos ahora gente llegando del sur de México buscando asilo, debido las amenazas del crimen organizado, personas que dejan todo y salen sin tener idea alguna sobre cómo es el proceso y llegan aquí con una tristeza por haber tenido que dejarlo todo”, refirió.

Foto: Joebeth Terríquez

Gobierno de AMLO no hizo nada bien por los migrantes

Gracias a su labor y el ser crítico ante las circunstancias que viven los migrantes, el padre Murphy se ha convertido en un referente al que, dice, no le cuesta alzar la voz y señalar lo que no le parece correcto.

“Para mí no es complicado cuando estoy diciendo la verdad, cuando el gobierno hace algo bien con mucho gusto voy a decirlo, pero en este sexenio de Andrés Manuel no han hecho nada bien, al contrario, la vida de los migrantes es más dura con la presencia de la Guardia Nacional”, aseguró.

Sobre el cambio de gobierno, refirió que siempre “hay esperanzas de que pueda ser algo diferente”, pero dijo tener sus dudas porque considera que Claudia Sheinbaum va a repetir la fórmula de AMLO.

“Aunque tengo una esperanza de que, si llega Kamala Harris en Estados Unidos, dos mujeres puedan ser mejor que dos hombres viejitos. Las mujeres tienen corazones más compasivos, y se necesitan corazones que tomen en cuenta las necesidades de las familias.

“Es gente que está escapando, tratando de resguardar sus vidas y creo que la mujer siempre tiene más amor para estas familias y creo también que pueden tener un mejor diálogo sobre qué tenemos qué hacer para mejorar y, por lo menos, tratar a la gente con mayor humanidad”, expuso.

Foto: Joebeth Terríquez

El crimen organizado, reto mayor para el nuevo gobierno

El padre Murphy señaló que, en Estados Unidos, saben bien que necesitan la mano de obra de los migrantes y que pensar en sacarlos del país, como lo quisiera hacer Donald Trump, sería “un desastre para la economía estadunidense, porque va a costar millones de dólares hacerlo”.

En el caso de México, dijo, el reto será contrarrestar el control que tiene el crimen organizado en la frontera: “Aquí no está tan mal como en otros puntos de la frontera, como en Nuevo Laredo, que tuvimos que cerrar una casa porque el crimen amenazó con que teníamos que pagar 500 dólares por cada migrante”.

“El gobierno no tiene control, el crimen organizado tiene el control en todo y este tipo de reportes, por ejemplo, no salió en la prensa, y es una tristeza porque el crimen organizado está muy bien organizado y el gobierno no está organizado”, dijo.

En extensa labor, el padre se ha destacado también por las diversas acciones que realizan con la Casa del Migrante en fechas significativas como en Semana Santa y en Día de Muertos, “fechas muy importantes para nosotros porque podemos conectar la fe católica con la realidad migratoria y con ello lo que buscamos es llamar la atención porque hay migrantes muriendo en su andar queriendo encontrar paz y un hogar”.

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