Niñas y niños, el rostro de esperanza de la migración
Pese a las circunstancias adversas, en cada flujo migratorio no falta niña o niño que siempre muestre una eterna sonrisa que contagie de alegría y felicidad.
Su inocencia, sus sueños y las ganas de llegar a un mejor lugar, aunque siempre extrañen su hogar y sus amigos, les hacen ser siempre el rostro de esperanza de la migración.
Desafortunadamente, hoy en día hay miles de niños desplazados que están confinados, asegurados o varados en albergues y centros de detención migratoria, derivado de políticas restrictivas en diversos países que no dan acogida conforme al derecho internacional.
A todas esas niñas y niños van hoy nuestras más sinceras felicitaciones este día, su día, el Día del Niño, porque todos ellos se merecen ser felices hoy y siempre, siendo libres y estando cerca, muy cerquita de sus padres y en un sitio al que ellos llamen hogar.
¡Que vivan las niñas y niños migrantes del mundo y que se les respeten sus derechos!