Pensar en la historia de Tijuana viene acompañado de distintas imágenes, siendo la del burro cebra una de las más icónicas y tal vez, común.
Este atractivo turístico que nació casi a la par de la fundación oficial de la ciudad (1889), ha visto en las últimas décadas a abogados animalistas y ciudadanía organizada a favor de la protección de los animales señalar como maltrato el trabajo que se le obliga a realizar el burro cebra.
En ese sentido, un grupo de estudiantes universitarios se manifestaron este lunes en las inmediaciones del Palacio Municipal de Tijuana, donde con pancartas mostraron su rechazo a la utilización del burro cebra en la Avenida Revolución.
“Estas trabajan 12 horas en el Centro, en la Revolución, sin un descanso, sin poder sentarse, haciendo sus necesidades paradas, comiendo paradas, cargando una carreta”, advirtió Dayana Ayala, estudiante.
Los dueños de los burro cebra argumentan que los ejemplares que ellos tienen cuentan con todos los cuidados, incluso, suelen decir que en tienen una expectativa más larga de vida en la Avenida Revolución que en el campo.
No obstante, el reciente aseguramiento de cinco burras en la colonia Altamira a manos de la Fiscalía General del Estado de Baja California (FGE BC) parece indicar que no todos los burros reciben el mismo trato.
“Lo que estamos pidiendo aquí es empatía hacía los animales, necesitamos que la Secretaría de Cultura quite a los burro cebra como patrimonio cultural, no nos hace falta que hagan más leyes, nos hace falta que los quiten, estamos pidiendo la abolición del burro cebra dentro de la cultura, fuera de las calles de la Revolución”, detalló Ayala.
Los universitarios añadieron que el burro cebra es una especie en peligro de extinción en México.
De acuerdo a datos del sitio Investigación y Desarrollo en 1991 había un millón y medio de burros, mientras que en la actualidad solo quedan menos de 500 mil ejemplares.
Al final, los manifestantes comentaron que buscarán la realización de una consulta pública donde se decida si el burro cebra debe o no, ser parte del patrimonio cultural de Tijuana.
