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El muralismo mexicano perdió a uno de sus grandes: Spaik; En Ciudad Juárez, su último mural

Foto: Ángela Parra / Especial Circuito Frontera
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Por: Eva Ramírez y Ángela Parra / Circuito Frontera

El pasado 2 de abril en Ciudad Juárez se desarrolló el evento “Control” en el Edificio de los Sueños, donde decenas de muralistas mexicanos plasmaron su visión del mundo.

Entre ellos se encontraba Israel Guerra Romero, un artista urbano conocido como Spaik.

Nadie se hubiera imaginado que, tan solo unos días después, este evento sería el último al que asistiría el artista, tras fallecer el pasado miércoles 16 de abril.

El muralismo mexicano está de luto con la muerte el artista que tenía 38 años, quien era originario de Tlaxcala y comenzó su carrera en 1999 como grafitero en Morelia, Michoacán, donde prácticamente desarrolló y fundamentó mucho de su concepto artístico.

Con el tiempo Spaik evolucionó al neomuralismo, caracterizado por sus obras representadas con colores vivos y llenas de símbolos con animales.

Su estilo fue reconocido internacionalmente por fusionar lo tradicional con lo contemporáneo.

El {ultimo mural pintado por Spaik en el Edificio de los Sueños, en Ciudad Juárez. – Foto: Ángela Parra / Especial Circuito Frontera

El jueves por la tarde, el cielo de Ciudad Juárez se tiñó de colores y silencios cuando muralistas, artistas urbanos y ciudadanos se reunieron frente al Edificio de los Sueños para rendir homenaje a Spaik.

Días antes, había participado en el Control Festival sin saber que ese sería su último mural. Una pieza cargada de simbolismo frente a la Plaza Cervantina.

Una obra que hoy, más que una aportación artística, se ha convertido en un testimonio de despedida.

Leonel Portillo, también conocido como “Pilo”, organizador del Control Festival y muralista juarense, recordó al artista en medio del homenaje:

“Su participación en el festival fue significativa, no sólo por su trayectoria, sino por el mensaje que dejó impreso en su mural”, expresó.

La ceremonia fue una muestra de respeto y afecto hacia quien fue considerado una figura clave del neomuralismo mexicano.

Aunque su ausencia pesa, su legado permanece en los muros que tocó con su pincel. Su paso por Juárez no sólo embelleció un muro, sino que dejó una huella emocional en la comunidad artística que lo despidió entre colores, memoria y arte.

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