Culminan ciclo escolar las niñas y niños migrantes en la escuelita ‘Ciudad de dios’ (Love Does)
En el albergue Embajadores de Jesús, su director Gustavo Banda entendió desde un principio que el acceso a la educación para las niñas y niños migrantes y desplazados que pasan por su espacio era fundamental, no solo por ser un derecho universal, sino por el desarrollo que les propicia cuando las familias están en tránsito y a la espera de asilo en Estados Unidos.
De esta manera fue que hace un año inició formalmente y con validez oficial la escuelita ‘Ciudad de Dios’, para primaria y secundaria, la cual fue arropada por la fundación Love Does, de la cual este fin de semana culminó su ciclo escolar la primera generación de alumnos, para lo cual llevaron a cabo una ceremonia de entrega de reconocimientos.
Son más de 130 los alumnos que terminaron este ciclo, los cuales provienen de diferentes nacionalidades como El Salvador, Honduras, Guatemala, Colombia, Haití y los del interior del país como Michoacán y Guerrero, así lo hizo saber a Nómadas el profesor Antonio Guzmán, quien imparte clases en esta escuelita desde su fundación.
El profesor es originario de Chiapas y fue desplazado de su pueblo de origen hace un par de años, dejó su hogar y llegó a Tijuana, donde después de conocer al pastor Gustavo Banda decidió quedarse para servir a la población migrante, ya que también es predicador, y desde entonces apoya en el albergue en todo lo que se requiera.
“Desde 1995 soy profesor, llevo ya 29 años desempeñando esta noble labor. Yo llego a Tijuana, me contacté con el pastor Gustavo Banda, me dio acceso y me quedé. Después se abrió la escuela, llegó la fundación Love Does y al pastor le pareció bien la idea y le dio acceso, se acondicionó todo el edificio, trajeron personal docente e iniciamos”, dijo.
El profesor destacó que “los alumnos desde que se les avisó que tendrían una escuela estaban muy animados y entusiasmados, por lo que ya no se tuvo que prolongar más la espera porque ya querían estar en las aulas adquiriendo conocimiento, entonces se iniciaron las clases el 3 de abril con la atención integral para todos”.
Agregó que las materias que se les imparten a los alumnos son las básicas: español y matemáticas, además de una materia especial de ecología con prácticas personales en un huerto y granja que tienen en el mismo albergue, donde aprender sobre el cuidado y desarrollo de las plantas y los animales.
Además, que estas materias, conforme se han ido consolidando algunas visiones dentro del proyecto, se han ido acoplando acorde a los contextos de las niñas y niños, para que les sirva en su desarrollo personal durante sus estancias y trayectos.
“El equipo docente, con el director y el equipo administrativo, estamos conscientes de la situación de los alumnos, la estancia temporal a la que se enfrentan, por lo tanto, los esquemas de atención escolar se han ido adecuando acorde a sus contextos y vivencias personales”, expresó.
El profesor también destacó que el tener esta escuelita y preocuparse por ofrecer una educación de calidad, realza más al albergue en sus atenciones “porque la educación es primordial en el país, en México, y para todos los niños, y esto se le da gracias a Dios por que llegó el apoyo”.
“Lo mejor de todo es que las niños y niños están muy contentos, la impresión que tienen de esta primera fase de educación es que están bastante agradecidos y se sienten bastante favorecidos, han aprendido mucho y agradecen a Dios y al hermano pastor Gustavo Banda por todo el esfuerzo que se ha hecho para que ellos pudieran recibir la educación”, concluyó.
