Tras el cierre de puertas de entrada y el freno que Europa le está poniendo a la migración proveniente de países de la región de Asia-Pacífico, Tijuana se ha convertido en un punto de destino de la ruta que están tomando las personas para llegar a Estados Unidos a solicitar asilo humanitario.
Enrique Lucero Vázquez, director municipal de Atención al Migrante, señaló que esta ruta inició con la llegada de los rusos en 2021 y luego se consolidó internacionalmente con el arribo de los migrantes ucranianos, tras el inicio del conflicto bélico entre ambos países.
Migración principalmente que profesa la religión musulmana y que en últimos meses ha incrementado en su llegada a la ciudad, debido a la tensión y los conflictos bélicos, además de los gobiernos autoritarios como los propios talibanes.
“Están llegando muchos de países como Uzbekistán, Tayikistán y de Afganistán, principalmente, donde estaba el gobierno de Estados Unidos y luego que se retiró regresó el talibán, una zona de mucha tensión”, dijo el funcionario.
Sonia García, presidenta y fundadora de @latinamuslimf, coincidió en ello resaltando que actualmente en el albergue Assabil están a su máxima capacidad con más de 100 personas, entre las que también hay personas de Rusia, Mali, Ghana, Yemen e Irán, todos ellos musulmanes.
García resaltó que entre esta población han detectado que hay personas que les prometen traerlos desde sus países hasta EEUU, por lo que llegan a pagar hasta 30 mil dólares por ello, exponiéndose a que sean robados, engañados, golpeados y secuestrados, como fue el caso de dos jóvenes que sobrevivieron gracias a que sus familiares pagaron el rescate.
“Cuando llegan a Tijuana llegan robados, sin pasaporte, sin dinero; hemos tenido de todo, como ellos dicen “o me muero en mi país o me muero fuera”, ya no pierden nada, si se van a morir, como lo dicen, se van a morir afuera, luchando un poquito por sus familias, por eso se arriesgan”, dijo.
