Por Aimé Salinas / Circuito Frontera
Bajo la penumbra de la madrugada del 14 de febrero, una tragedia se tejía en las calles de Ciudad Juárez, ya que en el cruce entre la avenida Antonio J. Bermúdez y Vicente Guerrero, la vida del futbolista mexicano Diego Chávez Collins, mejor conocido como “El Puma” Chávez, se apagó en un instante.
Su alma corría en un Beetle Volkswagen de color rojo, un automóvil que terminó destrozado, pues testigos afirman que venía a una alta velocidad; de manera extraoficial se dice que a más 150 kilómetros por hora.
Nacido el 11 de mayo de 1995, originario de Veracruz, “El Puma” Chávez no sólo era un apodo, sino un rugido en las canchas del fútbol, que ahora resonará en la historia del balompié nacional.
Su talento como delantero lo llevó en el 2015 a los ríos tumultuosos del Club Deportivo Veracruz y en el 2020 hasta la tormenta eléctrica de los Rayos del Club Necaxa.
El delantero no conoció limites, pues desafió barreras geográficas en busca de nuevos horizontes futboleros y con el coraje que a él caracterizaba pudo llegar a España en el 2020 y representar al equipo de Salamanca CF UDS en la Segunda División.
En el 2021 regresó a su país de origen y se sumergió en las llamas ardientes, vistiendo los colores encendidos de los Diablos Rojos de Toluca, donde su condena duró un año para después brincar a las tierras de Perú y representar al Club Social y Deportivo Carlos A. Mannucci en la Primera División.
En el 2023 “El Puma” regresó a México, donde las áridas tierras fronterizas de Ciudad Juárez lo recibieron con un escenario listo para correr en la cancha del Estadio Olímpico Benito Juárez, lugar donde se convirtió más Bravo que nunca.
En cada encuentro, Chávez y los Bravos escribieron un capítulo más a la historia, donde un gol del número 13, número que portaba “El Puma”, salvó al Club de Bravos de pagar la multa en la jornada 16 contra el equipo de Toluca.
“De los momentos más tristes que tiene una institución … Nosotros también nos transformamos en familia, fortaleza a su esposa a sus hijas y fortaleza a la institución sabiendo que este dolor hay que transformarlo en sinergia para estar más unidos que nunca”, mencionó Andrés Fassi, presidente deportivo de Fc Juárez, durante el velorio de “El Puma” en Mausoleos Luz Eterna.
“Un hombre que entregó la vida al fútbol, murió como vivió, hacía todo rápido, tremendamente alegre. Era la alegría del vestidor y hoy entre todos unirnos para generar esa fortaleza institucional”, agregó Fassi.
Tras el fallecimiento de este jugador se le dedicó un minuto de aplausos en el minuto 13 del partido Átlas vs Pumas, también en el Estadio Olímpico Benito Juárez, donde se realizó una vigilia a la que aficionados llegaron con veladoras; algunos con lágrimas en los ojos y al ritmo de los aplausos entonaron: “¡Dale, Puma Chávez. Dale, Puma Chávez!” .
El partido de los Bravos contra el Puebla F.C. quedó postergado por el fallecimiento de Diego, el cual se iba a jugar el sábado 16 de febrero.
En la tarde y parte de la noche del 15 de febrero se veló a Diego donde su esposa e hijos le dieron el último adiós.
El número 207, no sólo fue la cantidad de veces que jugó, sino que fue el último capítulo donde “El Puma” dejó su alegría y su entrega.
Mientras que la camiseta con el número 13, ahora quedó grabada en la historia del Club FC Juárez (Bravos), pues servirá para recordar al delantero que dejó su marca en el fútbol mexicano de esta frontera y en el mundo.
*Texto publicado gracias a la #ComunidadDeMedios de la cual Nómadas Press forma parte.
