‘Antimateria’, la evolución de La Barranca que no deja atrás la esencia pura de la banda
Antimateria como una metáfora. Así lo expone La Barranca a través de sus redes sociales al anunciar el primer single de su nuevo material discográfico, próximo a estrenarse el 23 de agosto de 2024.
Para la celebración de 30 años de trayectoria, de creación musical ininterrumpida, ofrecerán un concierto en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris el próximo 27 de septiembre de 2024.
El álbum cuenta con diez canciones: “Arde”, “Intacta”, “Antigua Civilización”, “Antimateria”, “IA”, “Salvoconducto”, “Sólo Quedamos Tú y Yo”, “Desdén”, “Diosa” e “Inconmensurable”.
“Intacta” ha sido el primer sencillo. Seguido de “IA” y “Salvoconducto”. Hasta ahora, de lo poco que hemos podido escuchar, se percibe una evolución bastante marcada de la banda, sin perder la pura esencia que les ha caracterizado a lo largo de los años.
Boleros distópicos, mencionan, al detallar la creación del nuevo álbum.
“Las canciones fueron construidas utilizando una técnica de guitarra acústica inventada por Joao Gilberto, abrió posibilidades de usar otro tipo de armonías y generar otro tipo de melodías vocales. Más adelante todo se trasladó a los elementos del sonido eléctrico de La Barranca”.
La música sería antimateria. Todo aquello a lo que llamamos espíritu o alma. Antimateria también es la ausencia. Lo que estuvo en un momento dado y ya no está pero somos capaces de evocar a través de la memoria o la añoranza.
La Barranca es Antimateria. La reinvención en cada una de sus presentaciones en vivo tira para ambos lados: Artista – Espectador. Se despliegan de lo más hondo representaciones del pasado. Nunca uno llega y se va siendo el mismo después de cada concierto. Ni siquiera cada pieza interpretada, previamente ensayada, podría ser la misma en cada show.
Resulta un peregrinaje el de habitar en La Barranca, en la voz de José Manuel Aguilera, melodías que desangran la memoria. Manifestaciones oníricas, aproximaciones al abismo, reflejo sin piedad de los males del mundo. José Manuel Aguilera ha escarbado hasta las profundidades de nuestras almas perdidas. Dejando a un lado lo efímero, comercial y vacuo.
Somos los mismos, somos contados, los que vamos y pagamos por los elixires de la zozobra, autosometidos, con la piel expuesta, a carne viva, por elección, a evocar fragmentos del pasado, invocar futuros inciertos. De cuando todavía nuestros palacios aún no se habían levantado. Nuestra inocencia no requería de grandes murallas para protegernos. Ni un ápice de amenaza latente habíamos concebido.
Por ello, Antimateria, no se aleja para nada de la naturaleza de la mítica banda. Pareciera que a lo largo de los años José Manuel Aguilera ha calculado cada uno de sus proyectos discográficos con una precisión excepcional, o al menos, más precisa y tangible que la inteligencia artificial.