La Xilacina es una sustancia de uso veterinario que se conoce como la “droga zombi”, de efecto relajante, que tiene potencia similar a la del fentanilo y es capaz de producir la muerte por paro cardiorrespiratorio en caso de una sobredosis.
En días pasados, el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones emitió una alerta temprana argumentando que han identificado su presencia mezclada con fentanilo y metanfetamina y que ha comenzado a ser utilizada por consumidores en México.
Juan Manuel Quijada Gaitán, Comisionado Nacional de Salud Mental y Adicciones reconoció que a nivel nacional solo se han presentado algunas cuantas trazas del consumo de Xilacina, que es una sustancia legal y cuenta con permiso de la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios.
Dijo que la alerta temprana se emitió tras recabar información de las fiscalías, las secretarías de salud, los servicios médicos forenses y asociaciones como Prevencasa en Tijuana y otros centros de rehabilitación y que es mínima su presencia, como droga, en México.
De igual manera lamentó que el bajo costo de las drogas sintéticas como la Xilacina y el Fentanilo las hagan populares y accesibles para la población con problemas de adicción y aclaró que ante una posible sobredosis es posible revertirla con Naloxona.
Al respecto, Víctor Clark Alfaro, director del Centro Binacional de derechos Humanos, cuestionó que esa alerta no fuera acompañada de un anuncio de inversión importante para la prevención y educación sobre esta sustancia, por lo que le resulta incongruente alertar a la población sin inversión para prevenir su consumo.
“La situación aquí es que solo vemos una retórica por parte de las autoridades, pero no hay una inversión y el escenario que se vislumbra es que pueda suceder lo que en 1994-95 con la introducción del cristal a Tijuana y que ahora está en todo el país, es el escenario que vemos ahora también con el fentanilo que está generando una problemática”, dijo.
Finalmente dijo que, ante el consecuente cambio de autoridades a nivel federal y municipal, el tema será “un reto del tamaño del mundo porque es un problema que está visible, que estamos viendo que está creciendo y se debe de atender realmente y no en la retórica”.
