Montserrat Caballero, alcaldesa de Tijuana, exhibió y criminalizó a un grupo de personas, de las cuales ocho resultaron ser migrantes connacionales que estaban bajo custodia de dos “coyotes” (traficantes de personas).
El grupo de 10 personas había sido detenido el pasado fin de semana en las inmediaciones del muro fronterizo, en la zona del Nido de Las Águilas, cuando intentaban cruzar hacia Estados Unidos.
Sin escrúpulo alguno y basándose meramente en la apariencia, la alcaldesa dijo en general que todas las personas eran unos “maleantes” que habían llegado para hacer daño en la ciudad. Sin embargo, el pasado miércoles, el fiscal general Iván Carpio desmintió tal acusación, apelando al derecho de que migrar no es un delito.