“Además de sellar la frontera, Trump hostiga a migrantes con la militarización”: Padre Murphy
El padre Patricio Murphy, director de la Casa del Migrante de Tijuana, acusó que, no conforme con sellar la frontera blindando y reforzando el muro fronterizo, el gobierno de Donald Trump también hostiga a los migrantes con la militarización de la frontera, lo cual le parece doblemente denigrante.
Durante la ceremonia por el 38 aniversario de esta casa que ha dado cobijo y protección a más de 270 mil personas en situación vulnerable, el padre señaló que lo que está haciendo el actual gobierno estadunidense es crítico y antihumano, que debería ser cuestionado por la sociedad.
También lamentó, además de esta situación, la incertidumbre y el maltrato que viven las personas migrantes en territorio estadunidense, debido a las deportaciones masivas que está realizando Trump hasta la frontera sur de México y los países centroamericanos de donde son originarios muchos de los expulsados.
Agregó que estas medidas concebidas por Trump, son parte de los cambios de paradigmas que está provocando a nivel mundial, lo cual se traduce en una emergencia, ya que con el recorte a los apoyos humanitarios también está dejando sin posibilidades a organizaciones que atienden a las personas en tránsito.
“Nosotros no tenemos fondos para mantener el equipo que tuvimos en los últimos años, estamos viendo cómo salir adelante, buscando financiamiento europeo o de otras latitudes; nosotros no vamos a cerrar, pero hay organizaciones que no se van a poder solventar y van a estar cerrando”, expuso.
El padre aceptó que “es triste para nosotros y para los migrantes” están bajo esta situación porque “ni ellos ni nosotros sabemos cómo vamos a afrontar este año, pero tenemos que acercarnos y abrazarnos mucho a la esperanza ante las pésimas circunstancias que vivimos hoy en día”.
Sobre la importancia de mantener espacios y organizaciones como Casa del Migrante, Murphy asentó que “es lo que no entiende Trump, que si eliminamos casas como esta la gente no tiene esperanza para quedarse en Tijuana y hacer algo de sus vidas aquí y eso sería un desastre”.
“Si cierran estas organizaciones, Tijuana puede convertirse en un lugar de gente que no tiene un espacio para vivir y eso puede ser un desastre para la ciudad, por eso el gobierno de México tiene que despertar también y hacer un plan para poder atender a las organizaciones y ayudar a los migrantes”, puntualizó.