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La Bala Iba para los Chapitos. Le Pegó a Ella; 35 menores muertos en una guerra sin nombre

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Por Mica Treviño / Cartel Insider

Culiacán, Sinaloa — 24 de marzo de 2025.- Dicen que los niños son intocables. Pero ahí está ella—su sangre empapando el asiento trasero de un Camry blanco, sus tenis rosados aún doblados donde se sentó minutos antes. Danna Sofía Pérez Rocha no sobrevivió el camino de regreso a casa.

Tenía 12 años. Una alumna destacada del grupo 1°K en la Secundaria General #4. Asesinada a plena luz del día por una bala que no era para ella—pero que llegó igual.

Esa bala la disparó La Mayiza.

Iba dirigida a los Chapitos.

Y atravesó a una niña de secundaria.

Sangre en el asiento del coche, se ven sus tenis rosas.

Atrapada en la Venganza de Mayito Flaco

Poco después de las 4:30 p.m., la familia regresaba a casa—Danna en el asiento trasero, su hermano mayor a su lado, su padre al volante. Un día normal en una ciudad deformada por la guerra.

Entonces llegaron los sicarios—tres vehículos, disparando contra un supuesto blanco rival. Era una emboscada de La Mayiza, dirigida a un convoy de Los Chapitos.

Ubicación aproximada del ataque: Avenida 22 de Diciembre, cerca de Blvd. Agricultores y Blvd. Francisco I. Madero, Culiacán, Sinaloa. (Zona este de la ciudad, cerca de Parque Culiacán 87 y Sam’s Club.)

Pero no había convoy.

Solo un Camry con una niña en uniforme escolar.

En un instante de caos, una de esas balas impactó la espalda de Danna. Se desplomó en su asiento, su sangre empapando la tela, sus tenis escolares rosados quedándose atrás mientras el auto se dirigía a toda velocidad a la clínica más cercana.

 

Camry acribillado frente a una agencia de autos, presencia policial.

Una Imagen que Nunca Olvidarán

Hay algo cruel en el contraste. En su retrato escolar, está sentada con elegancia en una silla dorada, su sudadera turquesa limpia, intacta. Esa foto ahora descansa en la banqueta, rodeada de velas y rosas rosadas.

Es lo único que quedó sin tocar.

Retrato escolar enmarcado sobre un altar con velas y flores.

Altares, Cruces y el Costo del Ego

En la esquina donde murió, desconocidos encendieron velas. Una cruz de madera amarilla marca el lugar. El oso de peluche al lado de su foto dice todo lo que los narcos no dicen.

No puedes reclamar autoridad moral mientras tus balas matan niñas escolares.

No puedes decir “no matamos inocentes” cuando ya van treinta y cuatro menores muertos en esta guerra que lleva 198 días.

Altar en la banqueta con cruz amarilla, oso de peluche y flores.

The School Draped in Grief

La Escuela Sumida en Luto

En su escuela, una manta negra colgaba en la entrada como cortina de un funeral que nadie planeó. Los salones estaban vacíos. Los padres no enviaron a sus hijos. Los maestros encendieron velas y murmuraron oraciones que sabían no serían escuchadas.

Los compañeros de Danna Sofía le construyeron un altar con rosas, una vela, y la última foto que le tomaron en vida. Una niña recordada no por sus calificaciones, sino por su muerte.

Tela negra de luto en la reja de la escuela, altar dentro de la escuela.

Análisis de Mica

Digamos los nombres.

Mayito Flaco empezó esta guerra.

La Mayiza disparó la bala.

Y Danna Sofía pagó el precio.

Esto no fue una bala perdida. Fue consecuencia directa de una guerra que Mayito Flaco declaró por orgullo y paranoia.

No contra cárteles enemigos, sino contra el legado de hombres que no podía controlar.

Así que cuando ese sicario de La Mayiza abrió fuego en pleno bulevar, no vio a los pasajeros del Camry. Solo vio fantasmas—sombras de los Chapitos. Y una niña de 12 años murió por eso.

Recordamos su nombre.

Recordamos quién apretó el gatillo.

Y recordamos quién dio la orden.


*Reportaje tomado y publicado con meros fines informativos, el original lo pueden encontrar AQUÍ.

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