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Redes sociales agravan el estigma y los prejuicios sociales sobre las enfermedades mentales

Foto: Cortesía
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Graciela Jiménez Trejo, médico psiquiatra del Hospital de Salud Mental de Tijuana, aseguró que desafortunadamente entre la sociedad sigue persistiendo un estigma muy definido contra las enfermedades mentales, lo cual afecta la inclusión de las personas que lo padecen y obstaculiza que puedan recibir un tratamiento más adecuado.

En entrevista con Nómadas, recalcó sobre la importancia de seguir generando conciencia entre la ciudadanía, debido a que muchos de estos patrones de estigma que se generan principalmente a través de los medios y la televisión, también se replican de forma indiscriminada en las redes sociales.

Destacó que los pacientes que padecen una enfermedad metal sufren de dos tipos de estigma, uno es el internalizado, que refiere a lo que ellos opinan o piensan de sí mismos y su enfermedad como el “no sirvo para nada”, “estoy loco”, “no voy a tener futuro” y cosas por el estilo, lo cual ya les significan una carga emocional por “parecer algo”.

El otro, agregó, es el estigma externalizado o social, que tiene que ver con el que la sociedad les da con etiquetas como “esta persona está loca”, “no está en sus cabales” o “por eso es como es”; “desafortunadamente por estas etiquetas llegamos a ver a las personas con una enfermedad mental como personas trastornadas”.

Medios y redes sociales impulsan el estigma

Jiménez Trejo resaltó que estas etiquetas impuestas por la sociedad “no son positivas” y, al contrario, “casi siempre son agresivas y las vemos mucho en redes sociales, pero es en la televisión y los medios de comunicación donde principalmente se han impulsado a través de este estigma”.

En ese rubro, la doctora aseguró que “las redes sociales a veces en vez de ayudarnos nos perjudican”, y cuestionó un fenómeno que sucede mucho actualmente en estos espacios en donde muchas veces “usamos las palabras de una forma muy coloquial y simple que no estamos valorizando o dándoles su debida importancia”.

Ejemplo de ello, dijo, es que en redes se utilizan frases como “ay, es que soy depresivo”, “es que soy bipolar”, “soy tóxica”, con las cuales “realmente no les estamos dando la connotación verdadera, entonces cuando un paciente ve eso y escucha eso pues no se siente valorizado, se siente denigrado y que no están validando sus emociones”.

“Al contrario, los pacientes sienten que las personas lo están tomando todo a la ligera y es cuando tenemos que ver que nos hace falta mucha educación para comprender que mal utilizamos esas palabras y que tenemos que ser cuidadosos, porque con ello seguimos generando etiquetas y mermando la calidad de vida de los pacientes”, manifestó.

Señaló que las afectaciones vienen en muchos sentidos, y uno de ellos es en el ámbito laboral, en donde suelen ser rechazados o no llevan a cabo un proceso de tratamiento o acompañamiento adecuados y ello también les genera una carga emocional.

“Eso se debe a que no tenemos todavía esa educación para comprender que las enfermedades psiquiátricas son reales, existen y causan una gran discapacidad, y aunque hoy tenemos un poco más de conciencia y apertura, hace falta mucho todavía”, apuntó.

La psiquiatra especificó que una de cada cinco personas padece una enfermedad mental, lo cual habla de su magnitud, de los cuales el 40 por ciento son trastornos ansiosos como ansiedad generalizada, trastornos de pánico, fobia social, y un 30 por ciento son enfermedades de estado de ánimo, dícese la depresión.

En ese contexto, la especialista recomendó a las personas a que se acerquen con un médico, y a quienes no padecen de una enfermedad, que escuchen a los que sí y dejen de decirles “échale ganas”, “tú puedes”, “piensa positivo”, porque “eso no les ayuda para nada, al contrario, y con eso también se retarda que puedan acudir por una atención médica”.

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