Guillermo Arias expone en foto la destrucción del ecosistema causada por el muro fronterizo
Aunado a las repercusiones políticas y sociales, la construcción y renovación del muro a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos ha generado una destrucción del ecosistema, la cual ha documentado el fotógrafo mexicano Guillermo Arias, quien desde hace varios años radica en Tijuana.
En entrevista con Nómadas, Arias compartió que se trata de un proyecto de largo plazo sobre la frontera y, particularmente, el muro fronterizo, que lleva por título “El muro y el paisaje destruido”, el cual desarrolló durante cuatro años con el apoyo del Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA) y culminará con la publicación de un libro y un multimedia de corte periodístico.
“Para esta obra recorrí más de 3 mil kilómetros de ida y vuelta a lo largo de la frontera, tanto del lado mexicano como del lado estadunidense. La idea es precisamente mostrar cómo el muro fronterizo ha ido destruyendo el paisaje natural, y cómo se ha venido desarrollando pese a la existencia de múltiples estudios de impacto ambiental”, dijo.

Generar conciencia sobre las afectaciones
Arias destacó que, como una forma de generar conciencia entre la población, una pequeña muestra de su obra se expone actualmente en el Pasillo de la Fotografía Vidal Pinto, en las instalaciones del Centro Cultural Tijuana (Cecut), el recinto más importante en su rubro en el noroeste mexicano.
Bajo esa perspectiva, manifestó que era importante para él que dentro de su documentación y en la obra fotográfica no hubiera personas, para que justamente resaltaran las repercusiones que ha dejado el muro en el paisaje natural, lo cual se puede percibir en la obra montada en su exposición, la cual fue inaugurada el pasado viernes 21 de febrero.
“En el libro sí hay una sección mínima donde aparecen algunas personas, pero era importante que no aparecieran por eso, para ponerlo en ese contexto quitando al ser humano y que el elemento importante de todo ello fuera el paisaje y la disrupción del propio muro”, destacó.

El fotógrafo, que ha sido mención honorífica en el premio Wold Press Foto, destacó que durante el trayecto por la frontera se encontró con cerros y montañas destrozadas, “y donde antes no había caminos, ahora, por hacer el muro, la Patrulla Fronteriza creó caminos por donde ahora cruzan los migrantes o los traficantes de personas”.
“Hacia Agua Prieta encontré una de las zonas más disruptivas, porque hacia aquella zona no existía el muro, en el Cañón de Guadalupe, es donde me parece que hay una destrucción del ecosistema muy evidente y marcada, en donde incluso se canceló su construcción, pero es muy posible que con Trump se retomen las obras en esa parte”, apuntó.
También destacó que donde le fue más riesgoso y tuvo que extremar cuidados, fue en las zonas de tráfico de personas, “donde de plano no puedes entrar, más que del lado de Estados Unidos, y aun así hay sitios inaccesibles”, lo cual destaca el riesgo al que se enfrentan los migrantes que cruzar de forma irregular hacia Estados Unidos.

Un muro “sin sentido”
Arias resaltó que un aspecto importante que le hace distingo con este proyecto es el hecho de vivir en esta zona fronteriza, lo cual le permite sentir de manera más directa lo que significa y repercute el muro en la región, lo cual le ha llevado a concluir que “es un sinsentido que en algunas partes de la geografía de la frontera exista este muro”.
“A mí me parece que el muro no tiene sentido, en 2008, que fue el año en que hubo menos migración de mexicanos hacia Estados Unidos, tenían un sistema que era muy eficiente con antenas de vigilancia y drones, con el que observaban a los grupos de migrantes cruzando la frontera y los interceptaban en distintos lugares sin mayores aspavientos.
“Pero me parece que no tiene sentido, especialmente ahora (…) de pronto yo puedo entender que si tú tienes tu casa y quieres ponerle una cerca para que no se metan, pues adelante, puedes hacerlo, pero me parece que es una gastadera de dinero y de impuestos de los estadunidenses”, puntualizó.
