Un centenar de personas migrantes y deportados mexicanos y centroamericanos salieron este miércoles de su albergue para protestar de forma pacífica en la garita de San Ysidro, en Tijuana, contra las amenazas de deportación masiva que ha expresado el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Convocados por las organizaciones Alianza Migrante Tijuana, Ángeles Sin Fronteras y SOS Migrante, a propósito del Día Internacional del Migrante, las personas se reunieron en el albergue Juventud 2000, madres de familia, adultos mayores, hombres solteros y niñas y niños marcharon portando pancartas con mensajes alusivos y lanzando proclamas en contra de las medidas que pretende llevar a cabo el empresario.
Nada que celebrar
José María García Lara, director de la Alianza Migrante Tijuana, compartió a medios que “durante este día no hay nada que festejar, pues no es un festejo, sino una conmemoración hacia nuestros migrantes que buscan mejores condiciones de vida en otros países del mundo”.
El activista destacó que están en la frontera pegados con Estados Unidos, la intención de salir fue para exponer el tema y su rechazo hacia las medidas que pretende Trump, “además para propiciar que el gobierno estadunidense sea más sensible ante la necesidad de las comunidades que están migrando por problemas muy fuertes en sus lugares de origen”.
Aseguró que el mensaje que compartieron con esta protesta fue claro para que Trump “sea más sensible”, ya que, de llevar a cabo las deportaciones masivas de miles de mexicanos por esta zona fronteriza sería muy complejo, ya que “en la administración pasada no hubo esas deportaciones de las cuales ahora se está hablando mucho”.
Desmoronando familias
García Lara fue tajante al mencionar que lo único que esperan es “que Trump entienda esa parte de que hay personas que van buscando mejores oportunidades de vida, ya que muchos han logrado una estadía legal en muchos casos, pero también económica donde ya son personas que llevan iniciativas de trabajo y han logrado negocios muy grandes allá”.
“No pueden tampoco ser tratados de esa manera y mucho menos meterles esa preocupación de que en su momento van a ser deportados; hay personas que siguen llegando con sus familias que ya tienen una situación estable en Estados Unidos y que en algún momento quizá van a ser deportados porque no han encontrado su estadía legal, eso sería muy lamentable, porque estarían desmoronando familias”, apuntó.
Como mediad precautoria ante las posibles eventualidades, el activista compartió que ya están al pendiente de la coordinación que se pueda generar con la gobernadora del estado norteño de Baja California y con los otros niveles de gobierno municipales y federal.
“Creo que ahí, si en ese caso sucediera, es donde se debe de demostrar esa atención que deben tener todas las autoridades mexicanas con nuestros migrantes connacionales deportados, ese ha sido un tema que desde nuestras organizaciones nos ha ocupado y en el que pretendemos poner mucho énfasis”, puntualizó.
