Con gran éxito y en medio de un ambiente lleno de camaradería y emociones al límite, el pasado sábado 12 de octubre se llevó a cabo la primera edición del Dead Corvux Fest, en el que participaron algunas de las bandas icónicas y más representativas de la escena oscura de Tijuana.
El tercer piso del Black Box en el corazón de la Zona Centro fue el escenario idóneo para que se llevara a cabo este evento, al cual asistieron personas de diversa índole y edades, lo que generó un espacio propicio para la congregación de una escena armoniosa fuera de revanchismos, algo que hacía mucha falta en la ciudad.
Brianda con su proyecto de Mecaník Fabrík fue la encargada de abrir el show musical de este festival, dándole paso después a Shvdowless y posteriormente a La Sombra de Shalom, una bandita que nos a sorprendido mucho por la calidad de su ejecución y la proyección que han tenido desde que radican en la ciudad.
El turno llegó para Ego Bliss, la banda conformada actualmente por Mario Monk y Marian García, quienes presentaron un set de rolas que en corto pusieron a bailar a los presentes, quienes para ese momento ya habían llenado el lugar. Lo interesante de su presentación fue que presentaron tolitas nuevas, dándonos un adelanto de lo que quizá será una nueva producción musical.
Dancing Strangers, uno de los pioneros del post punk en Tijuana, continuó con el show en medio de un ambiente que ya se tornaba más festivo, en donde su inigualable presencia histriónica arriba del escenario, se hace notar en cada una de sus rolas. La banda presentó varias de las rolitas que ya son parte de la escena under tijuanense y que incluso algunos corearon entre el público.
Para cerrar con broche de oro este festival, arribaron al escenario los integrantes de Orlok, una banda mítica que se ha ganado a pulso el respeto entre la comunidad tijuanense y que, incluso, ha traspasado las fronteras con reconocimiento en otros estados.
Orlok sin duda satisfizo a todos sus fans y los que disfrutaron de su presentación, al tocar la mayor parte de sus éxitos como “Murciélagos”, “Lápida” y “Vivir sin ti”, que ya son todos unos clásicos entre la escena y que incluso muchas de estas abogan a la nostalgia.
Sin duda alguna el Dead Corvux Fest cumplió con todas las expectativas entre los asistentes y nos dejó como ejemplo de que, para generar una buena escena en la ciudad libre de negatividades, la camaradería y la apertura siempre deben estar por delante de cualquier cosa.
