#LecturasMigrantes | ‘Desencajada’ de Margaryta Yakovenco
Por María Bautista
Asomarse a ‘Desencajada’ es hacerlo a una herida que aún supura, que probablemente no se cure nunca: la herida de la migración.
Quien es migrante lo sabe.
La difícil relación con la identidad.
Ese extraño desarraigo.
Esa nostalgia.
Y a pesar de lo común, cada herida es diferente porque, no nos engañemos, hay maneras y maneras de migrar.
La migración que nos muestra aquí Yakovenko está atravesada no por la precariedad, sino directamente por la pobreza, por la necesidad extrema. De dinero. De aceptación. De papeles. Es la migración que sufren la mayoría de los que llegan a un país nuevo en busca de un futuro mejor. Esos a los que una parte de la sociedad desprecia, teme, odia.
Aquí además la experiencia migratoria está contada por una niña. Por los recuerdos adultos de la niña que migró. De esa niña que siempre se sentirá sola, aislada, que buscará la la excelencia en clase porque sus padres migraron por ella y cómo va a decepcionarlos. Esa culpa de niña y esa culpa de adulta.
Me ha gustado mucho este libro. Escrito con belleza y honestidad, con la precisión de quien sabe de qué se habla. Un libro delicado y doloroso, como la herida de la pérdida que aún se resiente.
Porque los que migramos, da igual lo que se gane después, siempre perdimos algo.