Por Héctor Barrera
Las secuelas ocasionadas por la tormenta que recién azotó en toda la región bajacaliforniana han puesto en alerta a las autoridades de Tijuana, ya que Protección Civil Municipal informó que la capacidad de absorción del suelo en zonas de riesgo ha favorecido el movimiento de tierra en laderas.
Sobre la situación, Miguel Ángel Ceballos Ramírez, titular de la dependencia, señaló que de los 12 deslizamientos activos que revisan por medio de cámaras, en uno de estos han apreciado desgajos que podrían poner en riesgo a residentes de la zona en caso de continuar un avance tras las próximas lluvias.
“Sí ha tenido movimiento uno de ellos que estábamos revisando en las cámaras. Vemos en uno de ellos esto al grado de que un talud de concreto lanzado que está para protegerlo, una de las paredes ya sufrió deslizamiento. Estamos hablando del que se encuentra a espaldas de la plaza comercial de la carretera a Tecate”, comentó.
Al respecto, el funcionario refirió que de momento se encuentran haciendo sobrevuelos constantes con uso de drones en este y los otros 11 deslizamientos activos, sin embargo, aún no han determinado hacer la evacuación de los residentes debido a que aún no existe riesgo de colapso, sin embargo, continuarán evaluando la situación para que, en caso de peligro, hagan el retiro de las personas para preservar su integridad.
“Hasta ahorita no porque no ha afectado, pero si llega a caer la tierra sí va a afectar los patios de la parte posterior entonces, es importante seguir el movimiento, hacer el comparativo previo a la lluvia como tal para ver cómo se ha mantenido la zona e ir viendo cómo se va moviendo esta masa de tierra”, dijo.
De acuerdo con especialistas de la Asociación de Ingenieros Civiles del ITZ, los deslizamientos en la ciudad no solo se deben al desarrollo de viviendas en zonas no aptas, sino que las propias condiciones geotécnicas son especiales en sus características, haciendo esto un fenómeno prácticamente natural y común de la región.
“El suelo, primero, tiene sedimentos superficiales poco consolidados. Después, (la ciudad) tiene una topografía muy accidentada, y luego está en zona sísmica, al estar cercana a la falla de San Andrés; En ocasiones aparecen lentes de arcilla intercalados con otros sedimentos, con buzamientos o echados inclinados hacia el sentido del potencial deslizamiento, haciendo que aumente el riesgo de falla en caso de hidratación del suelo”, puntualizaron.
Debido a que aún se esperan lluvias para la semana del 29 de enero al 5 de febrero, el riesgo de avances en los movimientos de tierra se encuentra latente, por lo que Protección Civil Municipal informó que continuarán pendientes de la situación, especialmente en aquellas demarcaciones de mayor amenaza.
