Esther Morales Guzmán, quien es considerada un referente de la comunidad migrante en Tijuana, concretó este miércoles uno de sus proyectos anhelados lanzando al mercado una de sus populares salsas que lleva por nombre “De este lado también hay sueños”, frase que simboliza su historia en la ciudad.
“Doña Esther”, como le conocen sus más allegados, es originaria de Oaxaca, pasó más de 20 años como migrante en Estados Unidos, fue deportada y, tras varios intentos por volver a cruzar, pero sin éxito, decidió quedarse en Tijuana, donde pasó un tiempo en un albergue y luego echó a andar su restaurante llamado La Antigüita.
De apoco fue creciendo su restaurante de comida oaxaqueña, ubicado en la calle Cuarta en la Zona Centro, donde su salsa -que solo hacía para sus comensales- se fue popularizando, por lo que buscó a una abogada para patentar su marca y recibió ayuda de la activista Gaba Cortés, quien le realizó toda la imagen del producto.
Ahora, con el apoyo de la alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez, quien le otorgó un crédito de 100 mil pesos, “Doña Esther” logró oficializar este proyecto del cual se siente orgullosa, porque “hay toda una historia de dos años detrás de ella y hoy ya por fin está en taquerías, tortillerías y tiendas grandes”.
NO HAY QUE MENOSPRECIAR A MÉXICO
Gaba Cortés compartió que el nombre de la salsa, “De este lado también hay sueños”, era una pinta que estaba en el aeropuerto de Tijuana y “cuando conocí a Esther le dije que ella era el significado de esa frase”, por lo que fueron a buscar el mural, pero ya no estaba y lo replicaron en sus instalaciones en Playas de Tijuana.
Esther Morales refirió que “para mí esta frase y el nombre significa que no hay que menospreciar a México, que hay que darle otra oportunidad al país y hay que ponernos a trabajar, porque solamente con trabajo se obtienen las cosas si las deseas de corazón”.
Durante el lanzamiento, la alcaldesa resaltó ante los medios “la tenacidad y el ejemplo que doña Esther representa para toda la población migrante y deportada que llega y se queda en Tijuana” y consideró que “su historia de vida es la de alguien que a pesar de las deportaciones y las dificultades se quedó y encontró que, en Tijuana, de este lado, también se pueden realizar los sueños”.
“Esther es un verdadero ejemplo de resiliencia y esta es la verdadera sororidad y no solo de mi parte, sino también de parte de una diseñadora que le hizo el diseño de la marca de forma gratuita, una abogada que le hizo los trámites y hablamos de Tijuana de un emprendimiento real”, resaltó.
UNA HISTORIA EJEMPLAR
Enrique Lucero Vázquez, director municipal de Atención al Migrante, resaltó que el apoyo que se le dio a la señora Esther fue a través de los créditos de autoempleo que se hacen para “apoyar a migrantes en diferentes contextos, en este caso Esther es una migrante repatriada y queremos que este caso sea un ejemplo para los demás migrantes que están en una situación de retorno”.
“Hay personas que regresan de Estados Unidos y que ya no tienen la opción de regresar, queremos que vean este caso de superación, ya que ella llegó sin nada, estuvo en un albergue, salió adelante, logró su negocio y queremos que este sea un caso de ejemplo de que en Tijuana pueden hacer vida y no apostarle todo a Estados Unidos”, dijo.
Finalmente, “Doña Esther” destacó que su salsa “está hecha cien por ciento en Tijuana, con manos migrantes” y compartió un mensaje para las personas que están llegando a Tijuana y están tomando medidas desesperadas.
“No consideren aventarse el muro, tengan paciencia y piensen, no arriesguen sus vidas; hagan su estancia bonita en Tijuana, no se desesperen, véanlo por otro lado positivo no negativo y dejen sueños en Tijuana”, puntualizó.
